Apartir de la mitad del siglo pasado, las políticas educativas en México se alinearon, en una primera etapa, con la política de la UNESCO, cuyo enfoque era meramente cuantitativo. Esta etapa abarcó desde los años cincuenta hasta inicios de la década de los ochenta , cuando se logro incorporar a todos los mexicanos en edad escolar a la educación básica que hasta entonces sólo contemplaba la primaria.